jueves, 9 de junio de 2016

TetaVSHambre



Vuelvo después de una temporadita en la que tengo paralizado el blog, lo sé, siento no ser más constante, estoy trabajando en ello, que diría aquel, jeje.

Hoy vengo con un post que se sale de la temática habitual del blog, no porque vaya a cambiar, sino porque quiero acercaros un proyecto muy importante:

En el primer mundo existen, como seguro que ya sabéis, intensos debates entre teta y biberón, a menudo leemos a personas que politizan la lactancia materna, e incluso la demonizan como "una nueva moda destinada a recluir a las mujeres en el hogar en pro del machismo". Cada mujer y cada madre puede y debe decidir sobre la crianza de sus hijos... y entre sus decisiones está la de darles o no lactancia materna. Si hay algo que es realmente machista y retrógrada es pensar que tenemos el derecho a opinar sobre las decisiones que una mujer toma sobre su cuerpo y sobre su vida: tanto delito tiene quien juzga a la mujer que sale del hospital dando biberones como quien nos juzga a las madres que decidimos esperar al destete natural.

Pero todo esto son problemas del primer mundo. En los países donde se producen guerras, hambrunas y desastres naturales la lactancia materna ya no es una opción, es una NECESIDAD.

A menudo vemos campañas de recogida de alimentos en las que se envían a estas madres en situaciones de riesgo vital botes de leche de fórmula y no somos conscientes de que lo que se les está haciendo a sus hijos es verdadero daño: 

La leche de fórmula debe prepararse con agua, como todos sabemos, en España esto consiste en comprar una botella de agua mineral o abrir el grifo, sacar la cantidad de agua potable que nos venga en gana y hervirla para esterilizarla. En países del tercer mundo conseguir agua potable y las condiciones de esterilidad necesarias tanto en la propia agua como en el recipiente (el biberón) es virtualmente imposible. Dar fórmula implica a niños que mueren infectados por las bacterias en el proceso.

En España conseguir leche de fórmula es tan fácil como bajar a la farmacia, en países afectados por la carestía, la guerra o los desastres naturales, dicha leche sólo se consigue a través de las ayudas internacionales, que en un momento determinado llegan y en otro ya no. Dar fórmula implica que en un momento determinado el suministro puede cortarse abruptamente y los niños morir de hambre por no tener alimento que recibir.

Aquí la fórmula no es cara, quizás podamos quejarnos de los precios que tienen las fórmulas específicas (como las adaptadas a APLV, que por cierto suministra gratuitamente la Seguridad Social durante los dos primeros años de vida), pero las familias pueden asumir el precio que tiene sin que les suponga un desequilibrio importante a la economía familiar. En el tercer mundo no es así, la fórmula es un lujo y, como tal, a menudo se ven obligados a hacer los biberones más diluidos para "estirar" el bote, lo que implica malnutrición o desnutrición infantil, según el caso.

Es por todo ello que Acción contra el Hambre y Madresfera han puesto en marcha la iniciativa de Blogueras por la lactancia, en la que participo en el grupo TetaVSHambre, liderado por Alejandra de La aventura de mi embarazo, y junto con las siguientes compañeras:

- Patadita Blog
- Mi mundo mundial
- El nudo de sus zapatos
- Cuentos de Amatxu
- Centímetro News
- Cuando los sueños despiertan
- Tus patucos y mis tacones
- Socorro que soy mamá
- De profesión mami
- Mami futura
- Mimos para mamá

Los fondos recaudados irán destinados a Acción contra el Hambre, que los empleará, entre otros, en:

- La promoción de la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses.
- Ayudar a mantener la lactancia cuando el niño está enfermo.
- Ayudar a recuperar la lactancia en situaciones de estrés post traumático mediante las Baby Tents: espacios destinados a permitir que las mujeres amamanten en un entorno seguro y pacífico en situaciones de conflicto o desastres naturales, como las que ya utilizaron satisfactoriamente en el terremoto de Ecuador.
- Luchar contra los prejuicios infundados contra la lactancia materna que aún se pueden encontrar en todo el mundo.

Como habéis visto, ayudar a que la lactancia materna sea posible en estas situaciones salva vidas. Por otro lado, no puedo dejar de aclarar que, en contra del prejuicio generalizado, sólo en casos de desnutrición muy severa sucede que las mujeres no puedan amamantar: los estudios al respecto han demostrado que en madres malnutridas y con desnutrición leve la leche tiene los mismos nutrientes que en mujeres perfectamente alimentadas, es por ello que lo lógico es dedicar nuestros esfuerzos a que sean las madres las que estén alimentadas y que sus hijos puedan tomar el pecho, eso salva las vidas de ambos, la fórmula en el mejor de los casos podría salvar sólo la del niño, aunque como hemos visto no resulta un beneficio sino más bien todo lo contrario.

Por todo ello os pedimos que realicéis una donación a la campaña, a partir de 5€, a través del siguiente link:

https://retos.accioncontraelhambre.org/fundraisers/teta-vs-hambre

Nuestro objetivo como grupo es llegar a los 1000€ de recaudación, aunque todo lo que supere dicha cantidad será bien recibido, claro.

Además, estamos preparando una rifa muy chula entre los donantes de la que os hablará en breves nuestra "lideresa" Alejandra, que estoy segura de que os va a encantar ;-)

Y por si no lo sabíais, las donaciones desgravan hasta en un 75% en la declaración de Hacienda. ASí que ya sabéis...

¡Animáos y echadnos una mano en esta importante labor!

martes, 26 de enero de 2016

¿Qué es la Integración Sensorial?

(Imagen extraída de: autismomadrid.es)



Nuestro sistema nervioso central recibe continuamente señales a través de los sentidos y es el encargado de organizar dichas señales para constituir nuestra percepción de nosotros mismos y del ambiente en el que nos encontramos. Esta capacidad se denomina Integración Sensorial.

Tenemos cinco sentidos externos y por todos conocidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Asimismo, tenemos tres sentidos internos: el propioceptivo, el vestibular y el interoceptivo.

Nuestro cerebro se encarga de recibir las señales o impulsos nerviosos que envían todos estos sentidos e integrarlas a través de cuatro habilidades: la modulación, la inhibición, la habituación y la facilitación.

La modulación se refiere a nuestra capacidad de estar abiertos a múltiples estímulos sensoriales o por el contrario centrarnos en uno concreto. Por ejemplo, al conducir estamos en un nivel de alerta alto, nuestro cerebro necesita recibir estímulos de todos sus sentidos para poder realizar la tarea. En cambio cuando leemos y nos concentramos cerramos la puerta a estímulos externos para centrarnos en el libro.

La inhibición es precisamente esa capacidad de cerrarnos a determinados estímulos para concentrarnos. Por ejemplo, ahora mismo estoy escribiendo esto mientras mi perro mordisquea su juguete. Si mi integración sensorial fuese buena yo no escucharía el sonido que hace el perro, pero como no lo es no puedo parar de escucharle y me paro a mirarle a cada momento.

La habituación es la capacidad de inhibir estímulos que son constantes en el tiempo, como el sonido de fondo de un ventilador. Las personas con problemas de integración sensorial no nos habituamos a los estímulos constantes. Yo cuando voy en coche no soy capaz de acostumbrarme a la sensación de tener el cinturón puesto apretándome, me molesta muchísimo y voy todo el viaje tocándolo y moviéndolo, para mí un viaje largo en coche es una tortura.

Por último, se denomina facilitación a la habilidad del cerebro para decidir si una sensación es agradable o desagradable, de forma que hay que potenciarla o cortarla. Es el mareo que sentimos tras dar vueltas o el placer que sentimos con un masaje, por ejemplo.

Como podéis observar, una correcta integración sensorial es de vital importancia para adaptarse al propio cuerpo y al entorno. Los Trastornos de Integración Sensorial implican el malfuncionamiento de las habilidades antes mencionadas, lo que nos lleva a tener un nivel de alerta inapropiado (ya sea por déficit o por sobreestimulación), así como a sentir los estímulos de forma inapropiada, que puede ir desde no percibir un estímulo hasta percibirlo de forma exagerada, estando los sentimientos generados por los mismos también desajustados (vértigo, dolor...).

En la próxima entrada os ampliaré información sobre los distintos tipos de trastornos de integración sensorial que existen.

Y si os quedan dudas o queréis que os amplié información sobre algún tema concreto o que os defina algún término ¡no dudéis en preguntar!

martes, 12 de enero de 2016

Jean Ayres

(Imagen: "Jean Photos-1" by family member - personal photo. Licensed under GFDL via Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jean_Photos-1.jpg#/media/File:Jean_Photos-1.jpg)



Anna Jean Ayres fue la terapeuta ocupacional y psicóloga especializada en la educación que desarrolló la teoría de la Integración Sensorial.

Hija de profesores, nació en 1920 en Visalia, California. Ya de adulta, afirmó tener ella misma los síntomas de disfunción sensorial sobre la que desarrolló su teoría.

Comenzó a desarrollar su teoría basándose en los trabajos de Charles S. Sherrington y otros, estudiando casos de niños con "disfunciones ocultas" como ella misma definió. En los años 60 del s. XX habló por primera vez de las Disfunciones en los Procesos de Integración Sensorial, pasando más tarde a hablar de Disfunción o Trastorno de la Integración Sensorial.

La Dra. Ayres definió la Integración Sensorial como "la organización de las sensaciones para su uso. Nuestros sentidos nos proporcionan información sobre las condiciones físicas de nuestro propio cuerpo y el entorno que nos rodea... El cerebro debe organizar todas estas sensaciones para que una persona pueda moverse, aprender y comportarse de manera productiva".

En 1972, publicó su definición oficial de estos términos: "La Integración Sensorial es el proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y el entorno haciendo posible utilizar nuestro cuerpo en el entorno de forma eficiente".

Del mismo modo, desarrolló la Terapia de Integración Sensorial, llevada a cabo por Terapeutas Ocupacionales que diseñan una dieta sensorial adecuada a las necesidades particulares de cada niño. Terapia que se encuentra en constante evolución.

En próximos artículos os ampliaré información sobre la Integración Sensorial, los distintos tipos de Trastornos que pueden manifestarse, la terapia, así como juego sensorial que los padres podemos llevar a cabo con nuestros hijos en casa y que son beneficiosos para el desarrollo de todos los peques.

lunes, 4 de enero de 2016

¡Noticias!




Como sabéis, hace tres meses me rompí el hueso del tobillo y tuve que cancelar todos mis talleres. Es un hueso fastidioso y su recuperación difícil, a día de hoy sigo caminando con una muleta y voy entre bastante y muy coja.

A razón de ello me he dado un tiempo de parón en el aspecto profesional en el que he estado estudiando con la gran Mónica Álvarez, reorganizando mis ideas y mi negocio y creando, desde cero, una nueva línea en la que va mi corazoncito.

He ido trabajando de forma lenta, porque con las dos muletas y sin pisar todo era muy difícil y agotador, pero también segura, y puedo decir que me alegro de que el accidente, aunque en principio fuese algo malo, me haya dado las condiciones y las fuerzas adecuadas para lanzarme a esta aventura que me apasiona y me parece tan importante:

Como muchas sabéis, mi hijo tiene un Trastorno de Integración Sensorial (y yo misma también, aunque he descubierto un poco tarde de dónde vienen mis "rarezas"), por lo que llevo dos años estudiando sobre Integración Sensorial, Trastornos del Espectro Autista, Trastornos del Desarrollo en general así como los distintos enfoques de tratamiento que existen.

También sabéis de mi interés por la educación respetuosa que me llevó a formarme como Madre de día Pedagogía Blanca.

He querido aunar ambas pasiones y mis conocimientos sobre educación y sobre Trastornos del desarrollo para dedicarme, desde mi web y blog, a divulgar conocimientos sobre como la educación "alternativa", el enfoque psicodinámico y la integración sensorial son, en mi opinión, la mejor opción para abordar los Trastornos del Desarrollo de forma respetuosa y efectiva.

Pero no sólo eso, también pretendo visibilizar los conceptos de la Integración Sensorial y acercarlos a nuestro día a día y es por ello que a finales de este mes publicaré un libro sobre las rabietas desde un punto de vista sensorial, que estoy segura de que os resultará muy interesante.

¡Nos seguimos leyendo! Un fuerte abrazo

domingo, 18 de octubre de 2015

De astrágalos, sentimientos y NO play...

(Imagen de mi pie en este momento)


Hace unos días os conté qué tal fue mi primer taller a pesar de hacerlo coja. Hoy os cuento que lo que en principio era sólo un esguince resultó ser una fractura de astrágalo y cuboides. El cuboides no es tan problemático, pero las fracturas de astrágalo son bastante graves y tengo para 6 semanas inmovilizada, con esta bota especial y prohibido pisar en absoluto. Después me repetirán la resonancia magnética y si la cosa va bien podré empezar a pisar un poco con dos muletas, luego con una y por fin ya yo sola, rehabilitación mediante, vamos, lo que viene a ser varios meses y un petardazo absoluto.

Obviamente en estas circunstancias mis talleres Let's Play! y Kikirikids han tenido que ser cancelados. No puedo implicar a los locales en una espera indefinida, porque realmente no sé cuándo voy a tener permiso médico para retomarlos, así que de momento NO play...

Sin embargo para mí lo más duro de la situación es el ver lo mal que lo pasa mi peque. Con mi pie se ha roto mi imagen de invencibilidad y ahora está muy preocupado por si me pasa algo o me muero. El dichoso pie ha adelantado el momento en el que los niños comienzan a plantearse preguntas sobre la muerte, no ya como entidad teórica, sino la muerte concreta de sus seres queridos y ellos mismos. Y me da rabia. Me da rabia que lo pase mal, que se sienta desprotegido y asustado. Poco a poco va sintiéndose mejor: las explicaciones, el consuelo y ver que con bota, muletas y todo no paro y me paso el día ingeniando inventos que me permitan ser autosuficiente y cuidar de él va devolviéndole la confianza y llevándose el miedo. Los bolsillos gigantes son mis mejores aliados en este momento, jeje. Obviamente también lo es mi chico que lleva la carga de todo, pero yo no valgo para sentarme y pedir, necesito hacer las cosas yo misma.

Esta entrada se aleja bastante de la temática general del blog pues es muy personal, pero era necesaria para que pudierais entender la repentina desaparición de los talleres y me he permitido reflexionar un poco sobre cómo un hecho fortuito puede afectar emocionalmente en gran medida a nuestros hijos, como es el caso de mi peque y mi tobillo.

La vida nos pone retos y nos trae enseñanzas constantemente, se trata de ir capeando el temporal y sacando lo positivo de todo. A mi hijo en estos meses le ha tocado aprender que mamá también se rompe, que a pesar de ello siempre estará ahí para él, que no elegimos las circunstancias pero sí la forma de enfrentarnos a ellas, que hasta los más fuertes necesitan dejarse cuidar... Y que papá y él mismo valdrían para sherpas :-P

domingo, 11 de octubre de 2015

De conciliación laboral y discriminación...

(Imagen extraída de: acceso-directo.com)



En nuestra sociedad se entiende el concepto de conciliación laboral como ofertar recursos, privados o públicos, para dejar el cuidado de nuestros hijos en manos ajenas mientras acudimos un número de horas estipulado por agentes externos a nosotros mismos a un centro laboral donde realizamos las tareas que fueren.

¿Es eso conciliación? ¿Qué es conciliar?

Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua nos dice que conciliar es:

1. Componer y ajustar los ánimos de quienes estaban opuestos entre sí.
2. Conformar dos o más proposiciones o doctrinas al parecer contrarias.
3. Granjear o ganar los ánimos y la benevolencia, o, alguna vez, el odio y aborrecimiento.

No parece tener mucho sentido, a no ser que consideremos hijos y trabajo como algo contrario, completamente opuesto, que se aborrece entre sí... Pero es que eso es lo que parece que nuestra sociedad realmente entiende: los hijos como un obstáculo en nuestro desarrollo profesional que es necesario aparcar cuanto antes, que todo siga como si no hubiesen nacido (y no sólo en el ámbito laboral, pero eso sería otro post).

Somos animales, mamíferos, primates, humanos. Todas esas características son objetivamente ciertas, el resto, constructos sociales. Como animales que somos nuestros cachorros y nosotros mismos tenemos ciertas necesidades que nacen del instinto y aseguran no sólo la supervivencia, sino un adecuado desarrollo de nuestras potencialidades: nuestro embarazo intrauterino, la lactancia, el cuerpo materno como hábitat del niño durante el período de exterogestación, la necesidad de unas figuras de apego constantes que nos introduzcan de su mano en el mundo y nos acompañen en el proceso de socialización...

Los pueblos primitivos lo sabían y por ello las mujeres, cuando daban a luz, no quedaban recluidas, sino que mantenían su vida y sus ocupaciones acompañadas de sus hijos.

Una conciliación real toma en cuenta la parte más importante en la ecuación: el correcto desarrollo de nuestros hijos, que son el futuro de nuestra sociedad, no sólo la forma de que los adultos seamos lo más productivos posible a nivel económico para así mantener a la par nuestro estatus de consumidores (a ser posible compulsivos).

Una conciliación real cuenta con bajas maternales extensas, de al menos dos años, con bajas paternales que NO descuenten de las maternales sino que sumen, y que sean asimismo extensas. Cuenta con la normalización del tener hijos, no como un handicap sino como el regalo de mayor valor. 

Una conciliación real conserva los puestos de trabajo, alienta a que los niños puedan acompañar a sus padres a los mismos siempre que el ambiente sea adecuado y propicio, contempla días libres cuando nuestros hijos más mayores enferman (como es el caso de Suecia).

Una conciliación real no aparca a los niños como ciudadanos de tercera.

Las mujeres son sistemáticamente discriminadas cuando son madres, se considera que no van a cumplir adecuadamente en su trabajo o no van a dejarse la piel haciendo 10 horas diarias a cambio del mismo sueldo. Lo primero sería racionalizar los horarios y trabajar por objetivos. Si todos tuviésemos horarios razonables no se penalizaría a quien se niega a llevar a cabo jornadas interminables, si todos trabajásemos por objetivos no se valoraría el tiempo dedicado a calentar la silla sino los resultados.

Cuando una mujer embarazada acude a una entrevista de trabajo lo hace sabiendo que las probabilidades de ser contratada en su estado son nulas, y es lógico, sí, lógico. Cuando una empresa contrata a un trabajador nuevo dedica un tiempo a su formación, tiempo durante el cual otra persona debe formarle en las particularidades concretas de su puesto en esa empresa concreta, tiempo en el que no realiza sus labores al 100%, tiempo y dinero que la empresa está invirtiendo para el futuro. Pero si esa persona es una mujer embarazada de 6 meses significa que dentro de 3 a lo sumo, cuando apenas acabe de finalizar su proceso de formación y esté rindiendo, se va a marchar durante (miseros) 4 meses, por lo que la empresa deberá repetir todo el proceso con un sustituto que se marchará de nuevo cuando esté empezando a desempeñar un correcto trabajo para la vuelta de la primera. Así pues es lógico que alguien decida ahorrarse el duplicar tiempo, dinero y esfuerzos para cubrir un solo puesto... ¿Y qué solución tiene esto? Primero, no permitir que se despida a una mujer embarazada, algo que sucede a menudo porque la empresa donde lleva tiempo trabajando la discrimina presuponiendo que el ser madre la convertirá en peor trabajadora. Y segundo proporcionando el estado un sueldo mínimo a las mujeres embarazadas o con hijos de edades equivalentes a las que comprende el período de baja maternal, de forma que puedan subsistir durante ese tiempo y acceder a un trabajo después, cuando su estado no suponga un impedimento a la hora de ser contratada.

Y, por supuesto, fomentar el teletrabajo, que tan buen equipo hace con los objetivos. En nuestro país existe una amplia cultura de calentar silla y de "figurar" para que "se vea" lo mucho que haces. El teletrabajo es perfectamente viable en muchas profesiones y permite a madres y padres gestionar su tiempo y el cuidado de sus hijos como ellos consideren oportuno, no como les imponga ningún agente externo.

jueves, 8 de octubre de 2015

Primer taller Let's play! Balance


(Imagen extraída de mi web: www.kairosludus.com)
 
 
 
¡Prueba superada! Hoy he dado el primer taller presencial de Let's play! y lo he hecho con muletas... Así que os cuento qué tal ha ido:
 
He llegado con bastante antelación para preparar la sala dadas mis condiciones y aunque ha sido difícil y agotador lo he logrado. Al llegar me he dado cuenta de que el iPod había borrado misteriosamente mi lista de reproducción, así que he tenido que ir poniendo las canciones una a una y no me ha molado un pelo, porque rompe el ritmo y no me gusta hacer esperar a los peques, para el próximo día revisaré el aparatejo 30 veces para que no me la vuelva a jugar.
 
Hemos comenzado cantando y bailando, los peques aún no conocían las coreografías pero aún así han disfrutado mucho. Cuando de niños pequeños se trata es importante que las canciones se repitan muy a menudo: les hace sentirse cómodos y tranquilos, disfrutan al conocerlas y poder bailarlas y cantarlas y la repetición ayuda a que el nuevo idioma se asimile mucho mejor.
 
Después les he sacado una caja llena de arroz y les he invitado a buscar y descubrir las sorpresas que escondía. Han desenterrado bolitas de plastilina de colores y cuando han acabado les he repartido una bola de cada color a cada uno y he sacado las mías propias (más grandes para que viesen bien).
 
Seguidamente he realizado con la plasti una dinámica a modo de cuento interactivo que les ha gustado mucho. Más tarde han jugado libremente con la plastilina y ¡sorpresa! de repente han "aparecido" más colores en forma de pelotitas de plástico.
 
Han seguido jugando libremente con la plastilina, las pelotas, el arroz y el paracaídas mientras yo les repetía de vez en cuando el nombre de cada color... y por último nos hemos despedido con más canciones.
 
Yo he hablado durante toda la clase en inglés, pero mi hijo se ha dedicado a traducir, jajaja. La verdad me he quedado encantada con esto porque no era consciente de todo el inglés que sabe mi hijo y que ha aprendido así, jugando, cantando y viendo vídeos conmigo. Se nos ha caído bastante arroz y cuando mi hijo ha gritado "What a mess!" me he quedado anonadada.
 
Lo que más me alegra es que creo que los peques han disfrutado mucho :-)
 
La parte mala es que mi tobillo se ha resentido muchísimo, he llegado a casa agotada, con mucho dolor e hinchazón. Limpiar todo el arroz ha sido una pequeña odisea. Y que he tenido que depender de mi chico para todo: prepararme todos los materiales, llevarme escapándose de su propio trabajo, etc.
 
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Aviso importante: Si estás apuntado a los talleres Let's play! del Jardín de Momo o Kikirikids en Kikirikí te preguntarás por qué aún no hemos empezado y cuento un primer taller. Como decía estoy coja, tengo una pequeña fractura en el tobillo izquierdo, por lo que he decidido postergar los talleres hasta estar mejor. Éste de Planeta Invisible lo llevé a cabo porque tenía el compromiso ineludible de hacerlo esta semana, pero de seguro los talleres serán muchísimo más divertidos en un par de semanas cuando me pueda mover ;-)